Cuando nací, el doctor fue a la sala de espera y le dijo a mi padre: hicimos lo que pudimos ...pero salió. El médico en vez de darme una nalgada, ¡Nos cagó a golpes a mi mamá y a mí! Mi madre nunca me dió el pecho porque decía que sólo me quería como amigo.. Aunque a veces, decidía ignorarme y entonces me daba la espalda
Vengo de una familia estúpida: en la guerra civil mi padre luchó por los extranjeros. Mi padre era imbécil. Trabajaba en un banco... hasta que enrejaron la plaza. El último deseo de mi padre moribundo fue que me sentara en su regazo: estaba en la silla eléctrica.
Pronto me di cuenta de que mis padres me odiaban: mis juguetes para la bañera eran una tostadora y una radio. Aprendí a caminar a los 3 meses, ¡porque era tan feo que nadie me quería cargar! Cuando tenía 5 añitos, un día me perdí. Le pregunté al policía si creía que íbamos a encontrar a mis padres. Me contestó: "¡No lo sé! Hay demasiados sitios donde se pueden esconder".
Trabajé en una tienda de animales. La gente no paraba de preguntarme cuánto iba a crecer. Pero peor fue cuando me secuestraron, los secuestradores mandaron a mi madre un trozo de mi dedo y mi madre dijo que quería más pruebas. Una vez me encontré a las autoridades sanitarias. Me ofrecieron un cigarrillo. Un día me llamó una chica a casa diciéndome: "Ven a casa, no hay nadie". Cuando llegué a su casa no había nadie. A mi mujer le gusta hablar conmigo después del sexo. El otro día me llamó a casa desde un hotel.
Una vez ingerí un frasco entero de tranquilizantes. El doctor me dijo: "Tómese una copa y acuéstese un poco". Me iba a suicidar tirándome desde un décimo piso. Mandaron un cura para ayudarme. Sus palabras de ánimo fueron: "Preparados, listos..." Luego, fui al psiquiatra y me dijo que me estaba volviendo loco. Yo le dije que quería una segunda opinión y me gritó: "De acuerdo, ¡¡¡usted también es feo!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario