Jerry es el Director de un restaurante en América. Siempre esta de buen humor y siempre tiene algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba cómo le iba, siempre respondía: "Si estuviera mejor, sería gemelos!"
Muchos de los camareros que trabajaban con él dejaban el trabajo cuando él cambiaba de restaurante, para seguirle a donde fuera a trabajar. La razón de que le siguieran era su actitud. Era un motivador nato. Si un trabajador tenía un mal día, Jerry siempre estaba allí, diciéndole como ver el lado positivo de la situación.
Esta manera de ser provocó mi curiosidad, así que un día le pregunté: "No me lo explico. No se puede ser positivo sin interrupción ¿Cómo lo haces?"
Jerry me contestó:
"Cada mañana me levanto y me digo, tengo dos opciones: puedo elegir estar de buen humor o de mal humor. Y siempre elijo estar de buen humor. Cada vez que ocurre algo malo, puedo elegir ser una víctima, o aprender algo de ello. Siempre elijo aprender algo. Cada vez que alguien viene quejándose, puedo elegir aceptar sus quejas o fijarme en el lado positivo de la vida. Siempre escojo el lado positivo de la vida"
"Pero no siempre es tan fácil", protesté.
"Si lo es" dijo Jerry "La vida esta llena de elecciones. Cuando separas la chatarra, cada situación es una elección. Eliges como reaccionar ante las situaciones. Eliges cómo va afectar a la gente tu humor. Eliges estar de buen o mal humor. Es elección tuya como vives tu vida."
Varios años después, me enteré de que a Jerry le había sucedido algo inesperado: dejó abierta la puerta trasera de su restaurante una mañana y fue atracado por tres hombres armados. Mientras trataba de abrir la caja, con el nerviosismo falló la combinación, a los atracadores les dió pánico y le dispararon.
Afortunadamente, Jerry fue hallado a tiempo y le llevaron enseguida al hospital. Después de 18 horas de operaciones y semanas de cuidados intensivos, Jerry recibió recibió el alta, con fragmentos de bala aún en su cuerpo.
Vi a Jerry seis meses después del accidente. Cuando le pregunté cómo estaba, me dijo: "Si estuviera mejor sería gemelos, ¿Quieres ver mis cicatrices?"
Decliné ver sus heridas, pero le pregunté que le había venido a la mente cuando ocurrió lo del atraco. "La primera cosa en que pense es que debía haber cerrado la puerta de atrás. Luego, después de que me disparasen, cuando estaba caído en el suelo, recordé que tenia dos opciones: podia elegir vivir o morir. Escogí vivir."
"No estabas muerto de miedo?" le pregunté. Y él continuó: "Los camilleros eran estupendos. Todo el rato me decían que me iba a poner bien. Pero cuando me metieron en la sala de urgencias y vi las expresiones en las caras de los médicos y enfermeras, me asusté realmente. En sus ojos se leía: 'es un hombre muerto'. Entonces supe que tenía que pasar a la acción".
"Que hiciste?"
"Bueno, había una enfermera gorda que me preguntaba a gritos. Me preguntó si era alérgico a algo. 'Sí' le contesté. Los médicos y enfermeras dejaron de trabajar y esperaron mi respuesta. Yo cogí aire y grité: '¡A las balas!'. Después de sus risas les dije: 'He escogido vivir. Así que operenme como si estuviera vivo, no muerto!!"
Jerry vivió gracias a los cuidados de sus doctores, pero también gracias a su actitud. Yo aprendí de él que cada día puedes elegir si vas a disfrutar de tu vida o la vas a odiar. La única cosa enteramente tuya, ya que nadie puede controlarla o asumirla en tu lugar, es tu actitud, de modo que si tu te das cuenta de esto, todo lo demás de la vida se hace mucho más fácil.
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