1. Estás por la noche en la cama y oyes un ruido extraño, ¿qué haces?
a) Te tapas con la sábana
Muy Bien!! Bravo!!… Qué chingados es eso?! Acaso la sábana es antibalas? Qué acaso si viene un cabrón con un cuchillo cebollero no va a poder atravesarla? O se va a deshacer al tocar la sábana?
b) Te da por mirar debajo de la cama
Suponiendo que haya un asesino debajo de la cama, ¿para qué chingados te asomas? ¿qué ganas? Por supuesto, que te saque un mega susto!! Muy bien, te lo merecerías por pendejo.Yy que un día te encuentres a alguien debajo de la cama. ¿Qué le vas a decir? “Buenas noches, qué haciendo? asesinando? Pero por favor, pásele, ¿gusta algo de tomar?”
c) Revisas el closet
A ver, ¿habrá alguien que quepa dentro de un pinche closet feo, apestoso, y lleno de madres viejas y aparte de eso, con entrepaños? Pero si ni tu méndiga ropa cabe bien, ¿cómo se va a meter un cabrón ahí adentro?
d) Te haces el dormido
Genial!! Qué inteligencia!! ¿Acaso el cabrón que te quiere matar va a decir: “Madres, está dormido, mejor regreso mañana”? Simón, hasta te va tapar bien, no sea que al día siguiente tengas un resfriado y tenga que esperarse de nuevo.
e) Te levantas en calzones
Y ahí vas de idiota iluso a preguntar: “¿Hay alguien ahí?” Pero hasta crees que si hay alguien va a ser tan pendejo para contestar. Lo mejor es cuando llegas a la conclusión de que si hay alguien, sólo puede estar en el baño porque lo demás ya lo registraste. Entonces ¿qué haces? En vez de encerrarlo en el baño, asomas la cabezota de pendejo poco a poco, dándole todo el chance del mundo al cabrón que esta ahí, para darte un buen madrazo en la cabeza. ¡Y bien merecido lo tendrías!
f) Empiezas a pensar en fantasmas
¿Y por supuesto empiezas a cantar! Como si con la canción fea y naca que te gusta y con tu desafinada voz fueras a aterrorizar al pinche fantasma culero que te quiere hacer alguna jalada.
2. Vas caminando por la calle en la noche y de pronto ves a alguien y piensas que te va asaltar.
Y ahí vas a cambiarte de acera. Seguro que si es un delincuente, pensará: “Chingado, otro cabrón que se ha cruzado la calle, ahora no podre robarle, qué nochecita llevo”. Pero ¿por qué hacemos esto?, ¿qué acaso los ladrones sólo roban a los que están en su acera?
a) Te tapas con la sábana
Muy Bien!! Bravo!!… Qué chingados es eso?! Acaso la sábana es antibalas? Qué acaso si viene un cabrón con un cuchillo cebollero no va a poder atravesarla? O se va a deshacer al tocar la sábana?
b) Te da por mirar debajo de la cama
Suponiendo que haya un asesino debajo de la cama, ¿para qué chingados te asomas? ¿qué ganas? Por supuesto, que te saque un mega susto!! Muy bien, te lo merecerías por pendejo.Yy que un día te encuentres a alguien debajo de la cama. ¿Qué le vas a decir? “Buenas noches, qué haciendo? asesinando? Pero por favor, pásele, ¿gusta algo de tomar?”
c) Revisas el closet
A ver, ¿habrá alguien que quepa dentro de un pinche closet feo, apestoso, y lleno de madres viejas y aparte de eso, con entrepaños? Pero si ni tu méndiga ropa cabe bien, ¿cómo se va a meter un cabrón ahí adentro?
d) Te haces el dormido
Genial!! Qué inteligencia!! ¿Acaso el cabrón que te quiere matar va a decir: “Madres, está dormido, mejor regreso mañana”? Simón, hasta te va tapar bien, no sea que al día siguiente tengas un resfriado y tenga que esperarse de nuevo.
e) Te levantas en calzones
Y ahí vas de idiota iluso a preguntar: “¿Hay alguien ahí?” Pero hasta crees que si hay alguien va a ser tan pendejo para contestar. Lo mejor es cuando llegas a la conclusión de que si hay alguien, sólo puede estar en el baño porque lo demás ya lo registraste. Entonces ¿qué haces? En vez de encerrarlo en el baño, asomas la cabezota de pendejo poco a poco, dándole todo el chance del mundo al cabrón que esta ahí, para darte un buen madrazo en la cabeza. ¡Y bien merecido lo tendrías!
f) Empiezas a pensar en fantasmas
¿Y por supuesto empiezas a cantar! Como si con la canción fea y naca que te gusta y con tu desafinada voz fueras a aterrorizar al pinche fantasma culero que te quiere hacer alguna jalada.
2. Vas caminando por la calle en la noche y de pronto ves a alguien y piensas que te va asaltar.
Y ahí vas a cambiarte de acera. Seguro que si es un delincuente, pensará: “Chingado, otro cabrón que se ha cruzado la calle, ahora no podre robarle, qué nochecita llevo”. Pero ¿por qué hacemos esto?, ¿qué acaso los ladrones sólo roban a los que están en su acera?
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